Qué es una impresora 3D y para qué sirve

Una computadora, un archivo digital en ella y un rollo de hilo plástico es lo único que necesitas junto a tu impresora 3D para crear lo que imagines. Incluso, hasta lo que los límites de tu imaginación te impiden pensar.

Las impresoras 3D hicieron su aparición hace ya varios años y, actualmente, es cada vez más frecuente anoticiarse de alguien que tiene una en su casa con la que pasa sus ratos creando. A veces esas creaciones forman parte de sus tiempos de ocio y otras, persiguen fines comerciales, productivos y hasta solidarios.

Como ocurre con todos los avances tecnológicos, en sus inicios las impresoras 3D tenían un costo elevado si al momento de adquirirlas poníamos sobre la balanza la utilidad que le podríamos brindar. Hoy el panorama ha cambiado sobremanera y abundan los sitios de descarga de diseños para imprimir casi lo que se nos ocurra desde nuestro hogar. Por otra parte, su uso se tornó más frecuente en ciertos ambientes de trabajo. Por ejemplo, entre ingenieros que llevan adelante obras de grandes dimensiones y deben contar con maquetas a escala para su labor en los estudios. O diseñadores gráficos que realizan objetos de diseño.

La pandemia por Covid-19 colaboró en difundir masivamente la existencia de estas impresoras, a raíz de que ciertos grupos de usuarios se organizaron para confeccionar las máscaras de protección facial transparentes que el personal médico y de estamentos públicos o empresas, utilizan como complemento del barbijo. Ante la sobredemanda, los inconvenientes con los transportes y la imposibilidad de producir por parte de los fabricantes, las impresoras 3D de algunos emprendedores o personas particulares fueron de gran ayuda para resolver el problema.

Si, pese a este boom de las impresoras 3D en el que colaboró la pandemia, es la primera vez que oís hablar sobre ellas, vamos a arrancar por el principio. Una impresora 3D es un pequeño equipo, poco más grande que una impresora de las que ya conocés que, para imprimir, utiliza rollos de hilo de plástico. Lo novedoso de estos equipos y que ha generado mayor impacto es que con ellos se puede imprimir objetos tridimensionales, palpables y utilizables. Y podés imprimir, lo que se te ocurra! Juguetes, piezas de algún equipamiento difícil de conseguir, las carcazas para tu teléfono móvil y, lo más asombroso: prótesis ortopédicas y hasta órganos o viviendas para uso humano.

Para qué se podemos usar una impresora 3D

Como decíamos, pueden estar presente tanto en los hogares como en los ámbitos profesionales, dada su flexibilidad en cuanto al uso. La aparición de las impresoras 3D acotó los tiempos de artistas o diseñadores industriales que ahora pueden tener casi de inmediato una idea acabada de cómo quedaría su prototipo de obra sin necesidad de enviarlo a un tercero.

Las impresoras 3D, pese a la idea con la que estamos familiarizados, se asemejan más a lo que podría ser un torno que, en este caso moldea un hilo de plástico, que a una máquina que imprime con tinta sobre una hoja de papel.

Algunos usos novedosos de las impresoras 3D

• Ropa, aunque parezca sorprendente las impresoras 3D posibilitan crear indumentaria a medida. Incluso, existe una impresora diseñada exclusivamente para imprimir ropa.

• Comida, además de plástico las impresoras pueden crear estructuras temporales de materia comestible. Existe en Londres un restaurante a cargo de cocineros e ingenieros que ofrecen exclusivamente un menú de diseño.

• Juguetes, uno de los objetos masivamente más difundidos que se pueden crear con una impresora 3D. Lo asombroso en este caso es que grandes y niños pueden elegir las características que van a tener sus juguetes.

• Prótesis médicas, es la creación mejor vista que pueden realizar estos equipos ya que pueden realizarse a medida de las necesidades exactas de cada paciente y agregando también diseños exclusivos. En la actualidad se comenzaron a realizar pruebas para imprimir órganos humanos realizados con tejidos compatibles.

• Casas, esto es verdaderamente sorprendente pero cierto. Se estima que el tiempo de creación de una vivienda mediante una impresora 3D puede ser de aproximadamente 24 horas, con una durabilidad de 175 años y una superficie de 36 metros cuadrados.