La hidroponía se define fácilmente, es el cultivo sin suelo. Un sistema que nos permite producir cualquier tipo de planta (herbáceo) en cualquier área por reducida que sea. Jardines, balcones, azoteas son ideales para realizar nuestros cultivos hidropónicos.

En la actualidad, afortunadamente, comienza a conocerse un poco más sobre este sistema. Su poca difusión hace que se crea que la hidroponía es compleja y sólo para expertos. Falso, cualquiera de nosotros puede realizar su huerta hidropónica y obtener buenos resultados.

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El sistema de cultivo hidropónico tiene la misma edad que la civilización humana. Algunos, incluso, dicen que fue utilizado antes que el cultivo en suelo. El término fue acuñado por vez primera en 1929, por el profesor William Gricke. Éste definió al proceso con el nombre que lleva en nuestros días y que quiere decir “agua que trabaja”.

La hidroponía, actualmente, re-nace a raíz de que hay áreas agrícolas que ya no son tan productivas como hace tiempo. Puede ser por falta de agua, poca fertilidad de suelos o bien por el cambio climático. La gran ventaja de este sistema de cultivo es que podemos producir durante todo el año, además nos ayuda a ahorar dinero y cuidar el medioambiente.

Se sabe que en tiempos de la segunda guerra mundial, las bases de las fuerzas aliadas contaban con sistemas hidropónicos que les permitían proveerse de frutas y vegetales frescos. Desde aquel tiempo, la hidroponía comercial comenzó a extenderse por el mundo.

¿Para qué sirve la hidroponía?

El sistema hidropónico sirve para cultivar diferentes hortalizas y plantas aromáticas. En el caso de las verduras, podemos producir: ajos, berenjenas, acelgas, calabazas, cebollas, zanahorias, brócolis, pepinos, coliflores, tomates, entre otras.

También podemos producir algunas frutas como melón, piña, plátano y sandía. O frutos rojos: frambuesas, arándanos y fresas.