
Hay ciertos productos que pueden convertirse en abono orgánico para ptenciar el desarrollo de tus plantas; dando mayor cantidad de flores en menos tiempo.
Tenemos más neuronas en los intestinos que en la médula espinal. En su mayoría se encuentran en el intestino delgado, ahora: ¿qué esperas para comenzar a cuidar tus “tripas”?
Alimentación 20 de febrero de 2020En medicina se habla de un segundo cerebro ubicado en nuestra panza. La ciencia creía que la única función de los intestinos era controlar la digestión de nuestra comida y, por tal motivo, poco se había interesado en ellos. Pues bien, resulta que más de 100 millones de neuronas se encuentran alojadas en nuestro sistema digestivo y esto llamó la atención de la ciencia.
“Mariposas en la panza” o “revoltijo en el estómago” son expresiones que seguro alguna vez utilizaste, siempre relacionadas con hechos que te ha tocado atravesar. Nuestro sistema digestivo es un importante centro de desarrollo emocional y afectivo, por tanto la relación mente - sistema digestivo es tan vieja como la humanidad.
El sistema digestivo, a decir verdad, desde su origen se encuentra ligado al cerebro. En los inicios de nuestro desarrollo embriológico, donde luego se forma la cabeza, tienen lugar dos cavidades de las cuales una comenzará a descender dando lugar a las diversas zonas de nuestros intestinos.
Nuestro sistema digestivo utiliza los mismos neurotransmisores que el cerebro, por ejemplo la serotonina y la dopamina. Un número mayor a treinta moléculas que transmiten información de características similares a las que se encuentran en el sistema nervioso central.
Una experiencia que definimos como estresante, impacta en nuestro cerebro superior y mediante estas moléculas producirá respuestas también en nuestros en nuestro aparato digestivo.
Este cerebro de nuestra panza y su comunidad microbiana influyen en nuestro bienestar general. En la actualidad, la medicina se encuentra estudiando si enfermedades mentales o del sistema inmunológico se podrían tratar desde nuestros intestinos.
Lo que ocurre es que contamos con una enorme cantidad de bacterias, virus, hongos y parásitos en nuestro tracto digestivo que, si están dentro de los parámetros normales, son de gran beneficio para nuestra salud.
No sólo la digestión y la absorción de nutrientes son tarea de este sistema, también la salud cardiovascular, el asma, la obesidad, el estado inmune así como nuestras emociones, nuestra salud mental y nuestro sentido del humor se ven alteradas de acuerdo al estado de nuestros intestinos.
Las alteraciones en las bacterias que habitan nuestro cuerpo (microbiota), consecuentemente, generan cambios en nuestro sistema nervioso. Problemas de memoria o ansiedad, dependen en parte de su composición.
Algunos datos importantes a la hora de cuidar nuestro “segundo cerebro” y preservar la salud de todo nuestro cuerpo:
Hay ciertos productos que pueden convertirse en abono orgánico para ptenciar el desarrollo de tus plantas; dando mayor cantidad de flores en menos tiempo.
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