
Shitakes, hongos deliciosos, saludables y fortalecen el sistema inmunológico. Son antioxidantes y antiinflamatorios. Aquí algunas recetas para consumirlos.
Si sos de esas personas que aprovechan las vacaciones para iniciar nuevos desafíos y vienes pensando cómo iniciar mi huerta orgánica, este artículo te servirá de guía.
Crear tu propia huerta en casa es la opción más económica y simple para consumir alimentos saludables. Sólo basta contar con un pequeño espacio de tierra en tu patio, pequeños canteros donde cultivar tus alimentos, en caso de que vivas en un departamento, puedes armar almácigos con viejos recipientes en desuso o cajones de madera y crear un jardín comestible en tu balcón.
Lo importante es tener el claro qué debemos sembrar en cada estación del año y así aprovisionarnos de alimentos para la siguiente. Con unos pocos minutos por día que le dediques a cuidarla y mantenerla, tu huerta urbana crecerá sanamente y podrás disfrutar en tus platos el fruto de tu trabajo.
La siembra que disfrutaremos durante el otoño contiene gran variedad de verduras de hojas verdes. La clorofila que abunda en ellas, es una fuente increíble de vitaminas, minerales y fibras. Es importante que en la estación previa al invierno nuestro cuerpo se nutra de estos alimentos para fortalecer nuestro sistema inmunitario y hacer frente a los grandes fríos sin enfermarnos. Como dicen, "que tu medicina sea tu alimento". La naturaleza nos brinda de forma natural las herramientas para estar siempre sanos, crear tu huerta en casa te abrirá las puertas a una mejor salud.
Ahora si, sin más vueltas, te enumeramos qué puedes sembrar en febrero:
Una tarea muy importante para obtener buenos resultados es preparar la tierra de tu huerta, no sólo el suelo sino también las maceta o almácigos.
Los factores que resienten la tierra de un año para el otro son miles: lluvia, fríos excesivos, abundancia de riego, etc. Esto muchas veces provoca que la tierra se compacte e impida el paso no sólo del agua sino también del aire. También, si el cultivo es excesivo, la tierra pierde nutrientes y fertilidad. Por ello, las labores de acondicionamiento son esenciales.