La caléndula posee unas flores amarillas, casi anaranjadas, que son la atracción de muchas de las plagas que atacan tu huerta urbana. Popularmente, a esta especia de plantas se las denomina "plantas trampa" ya que tiene la particularidad de atraer aquellos insectos dañinos para nuestra huerta en casa y, a la vez, convertirlos en presa fácil de sus depredadores que cómodamente los esperan en ellas.
También suele utilizarse la caléndula para realizar preparados con los que luego rociaremos en la huerta. Por ejemplo, los pétalos de caléndula suelen macerarse para ahuyentar pulgones, gusanos, orugas y chinches.
Incluir plantas aromáticas en nuestra huerta o jardín contribuye a aumentar la biodiversidad y promover el equilibrio natural de este sistema. La forma más habitual de plantarlas es a modo de cerco vivo, rodeando todo el perímetro en el que hayamos sembrado nuestra huerta. Así el área de acción será mayor y más efectiva.
Además de la caléndula, podemos nombrar muchas otras "plantas trampa" que puedes combinar en tu huerto: albahaca, citronela, jazmines, menta, ruda, salvia y lavanda, entre otras.
La caléndula, flor nacional de Holanda, tiene otra ventaja adicional, sus pétalos son comestibles y puedes incluirlos crudos en ensaladas o secos y molidos.
Cómo sembrar caléndula
Durante el verano y el otoño la puedes sembrar en almácigos hasta que crece y toma fuerza. Una vez ocurrido esto, puedes trasplantarla.
Si bien la caléndula se adapta a cualquier tipo de suelo y sobrevive a las sequías, preferentemente se recomienda plantarla en superficies bien drenadas y ricas en nutrientes. Se recomienda colocarlas a una distancia de 20 cm, idealmente en la cabecera de los canteros de tu huerta.
Por qué cultivar caléndulas en tu huerta urbana
Además de los beneficios para la huerta urbana que te comentamos, decorativamente las caléndulas lucen muy bien y dan color a tu hogar. No es una razón menor para considerar incluirlas en tu jardín, sumado a ello algunas virtudes de esta noble planta:
Fácil de cultivar
Exigen mucha luz, ese es su principal requisito. Puedes plantarlas a partir de semillas o mediante plantines que adquieres en cualquier vivero.
Una vez que tus caléndulas hayan dado flor, puedes dejar que hagan semillas y se auto-siembren. Así el año próximo tendrás caléndulas de forma natural si necesidad de realizar ningún trabajo.
Repelen los nematodos
Los nematodos suelen causar problemas en los cultivos, las caléndulas son excelentes repelentes. Las raíces de las caléndulas generan un tipo de sustancia química que son nematicidas.
Si una planta de caléndula se infecta con nematodo, tiene la capacidad de matarlo. Pero además, puede ayudar a que las plantas cercanas no se infecten también.
Atraen abejas y polinizadores
Debido a que las caléndulas permanecen florecidas durante un largo período de tiempo, sus flores se vuelve un gran recurso para todo tipo de polinizadores, entre ellos las abejas. De igual manera, resultan un gran atractivo para las mariposas.
Condimento natural
Una alternativa al azafrán suelen ser los pétalos de caléndula, con ellos puedes colorear y dar sabor a tus alimentos. Puedes usarlos tanto en comidas saladas como guisos y sopas, como en dulces y repostería.
Algunos utilizan los pétalos de caléndula como alimento para las gallinas para dar un color más dorado a las yemas de sus huevos.
Tintas naturales de caléndula
Por su pigmento intenso la caléndula suele usarse para realizar tinturas naturales en telas como seda, algodón, cáñamo y lana.
Materia orgánica para tu suelo
Al finalizar la temporada de caléndulas, puedes utilizarlas para que el suelo de tu jardín o huerta crezca en materia orgánica.
Si tu suelo cuenta con mayor cantidad de materia orgánica, el crecimiento de organismos benéficos aportará equilibrio al sustrato y hará que se reduzcan las poblaciones de nematodos que suelen dañarlo.