La rotación de cultivos: beneficios para la huerta urbana

La rotación de cultivos consiste en mejorar el suelo de forma natural, entre un cultivo y otro, alternando lo que sembramos. Una práctica ancestral y necesaria.

Alimentación 14 de diciembre de 2021 MPB MPB
Rotación de cultivos en nuestra huerta urbana
La rotación de cultivos en nuestra huerta en casa

El suelo que utilizamos para nuestras siembras suele sufrir un deterioro estructural si sólo cultivamos una sola especie. La perdida de nutrientes de la tierra, a raíz del monocultivo, es una problemática que hoy día afecta a innumerables zonas de nuestro planeta.

En nuestra pequeña escala, nadie nos obliga a adoptar modos de siembra que más tienen que ver con las necesidades de la industria y el mercado de la alimentación que con un tipo de producción y uso agroecológico de nuestros alimentos.

Vamos ver cómo aplicar la rotación de cultivos en nuestra huerta en casa. Una práctica que nuestros ancestros llevaban a cabo de manera natural e innata para preservar la sostenibilidad del suelo y su producción.

La rotación de cultivos consiste en alternar hortalizas de diferentes familias, con distintas necesidades nutritivas, en un mismo lugar durante distintos ciclos. Es una técnica que se utiliza para aprovechar los nutrientes del suelo y prevenir plagas y enfermedades. De esta manera, conseguimos que las variedades de plantas que se van sucediendo aprovechen mejor todas las capas de la tierra y los nutrientes que esta posee, manteniendo la fertilidad del suelo a lo largo del tiempo.

La rotación de cultivos permite preservar la vitalidad del suelo porque:

  • Previene la pérdida de nutrientes
  • Protege contra la erosión hídrica y eólica
  • Aporta materia orgánica y carbono
  • Colabora en la aireación del suelo
  • Disminuye la amenaza de plagas, malezas y enfermedades
  • Vuelve más saludable el suelo
  • Previene el uso de pesticidas
  • Preserva la biodiversidad

Cómo se realiza la rotación de cultivos

Lo habitual es alternar gramíneas y leguminosas para ir reponiendo nutrientes al suelo, para tal fin se seleccionan cultivos que controlen las amenazas presentes en nuestro terreno. Al rotar se cortan los ciclos de las enfermedades y las plagas al sustituirles sus plantas huéspedes. Los patógenos e insectos disminuyen o desaparecen por efecto de la inanición y la acción de microorganismos beneficiosos y antagonistas. C

Según lo requiera el caso, suelen establecerse períodos de hasta dos años antes de repetir la especie a cultivar en un mismo suelo.

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Tipos de plantas según la rotación de cultivo

Plantas exigentes

Las plantas exigentes están representadas por los productos de frutos (tomates, berenjenas, pimientos, zapallos) y flores (coliflor y brócoli).

Plantas medianamente exigentes

Las plantas medianamente exigentes la integran las que nos proveen hojas o tallos como hinojo, lechuga, espinaca, acelga y apio. Estas hortalizas son consumidoras de nitrógeno.

Plantas poco exigentes

Entre las plantas poco exigentes, encontramos plantas de raíces y bulbos, como cebolla, ajo, zanahoria, rabanito, nabo y batata. Este grupo es consumidor de potasio.

Plantas recuperadoras

Las plantas recuperadoras, son plantas que tienen la capacidad de enriquecer el suelo al asociarse con hongos, formar nódulos en sus raíces y fijar el nitrógeno gaseoso. Están representadas por las leguminosas como haba, arveja y chaucha.


Si te interesa conocer más sobre la vitalidad del suelo y el rol que juegan ciertas especies en su recuperación te recomendamos ver este documental de Netflix sobre los hongos fantásticos.


Qué sucede si no hacemos rotación de cultivos

Al no rotar los cultivos de nuestra huerta en casa, podemos evidenciar ciertos deterioros:

  • Degradación estructural del suelo
  • Disminución de nuestra producción
  • Mayor desarrollo de plagas, malezas y enfermedades.
  • Incremente en el uso de fertilizantes

La importancia de la rotación de cultivos

La rotación de cultivos preserva la estructura y fertilidad del suelo, evitando su deterioro. El ciclo productivo de nuestra huerta urbana se verá afectado por las decisiones que tomemos a largo plazo, las cuales permitirá o no la sostenibilidad del sistema. Alternar y secuenciar las especies que mantiene actividad de raíces todo el año es la clave del proceso.

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