Reciclar, Reparar Por: MPB02 de febrero de 2020

Para frenar el excesivo uso del plástico

La utilización indiscriminada del plástico, durante el siglo pasado y el que estamos transcurriendo, hace sonar la voz de alerta. O tomamos consciencia o seguiremos aumentando más y más los índices de enfermedad de nuestro planeta. El riesgo, minuto a minuto, es cada vez mayor y mayores son las especies que en todo el planeta están siendo víctimas no sólo del uso indiscriminado del plástico sino de nuestros malos hábitos y nuestra falta de cuidados. Tiramos nuestros desechos donde se nos antoja o compramos miles de cosas en envases o envoltorios plásticos que podríamos evitar y así aportar nuestro granito de arena.

Se calcula que desde 1950 a nuestros días se produjeron alrededor de 9,1 billones de toneladas de plástico que amenazan la tierra, el agua y el aire. Al parecer todavía no caímos en la cuenta que todos somos animales en este mundo y que al matar a otras especies, no estamos matando nosotros. No asumir nuevos hábitos frente las consecuencias del uso excesivo del plástico en el medioambiente es en definitiva un suicidio.

La tarea muchas veces nos parece titánica frente todo el daño que ya hemos ocasionado. Quizá la alternativa, mientras avanzamos en pensar como sanar lo dañado, sea reducir lo más que podamos el daño a futuro. Si cada uno de los habitantes de este planeta nos enfocamos en pensar alternativas al uso del plástico en la actualidad y llevarlas a cabo, el aporte ya es gigantesco.
 ¿Qué puedo hacer desde mi casa?

Seguramente un centenar de veces conversaste con tus amistades sobre los problemas del uso excesivo del plástico en nuestra vida cotidiana. Charla que siempre se extiende por largos minutos pero queda en nombrar el problema sin llegar a definir posibles caminos de cambio.

Más de 500 años le lleva al plástico degradarse, desaparecer de nuestro ecosistema. Una de las principales opciones para bajar los niveles de daño a la naturaleza es que reciclemos todo el plástico que adquirimos en forma de envases, envoltorios de alimentos y bolsa que nos dan para llevar todo eso que compramos.

Hace años que en casi todo el mundo se comenzó a separar los residuos hogareños, con mayor o menor éxito de acuerdo a cada lugar. Esta es una medida de primer orden que podemos implementar en nuestra casa y que depende con exclusividad de nosotros mismos. Basta con agregar un tarro más destinado exclusivamente a plásticos, dejando el tarro restante para los demás desechos.

Al tomar esta medida es aconsejable que el tarro para plásticos sea de buen tamaño. Además de ser los más contaminantes, los desechos plásticos son los que utilizamos en mayor cantidad en nuestra cotidianidad.

RRR para frenar el impacto del plástico

Podemos profundizar nuestra tarea. Reciclar aunque suene lindo y esté de muy de moda, es el último paso cuando ya nos salteamos otras acciones que podríamos haber realizado y no hicimos. Entonces es importante centrarnos en las 3 erres que nos permiten paliar el uso excesivo del plástico. ¿Qué son las 3 erres? Reducir, Reutilizar, Reciclar para poner freno a la contaminación.

 

  • Reducir es simplemente no comprar plástico innecesariamente. Optar por envoltorios biodegradables u otro tipo de envases.
  • Reutilizar los envoltorios plásticos que ya tengamos como así también recipientes que podrán servirte de ensaladera o para dar vida a tu jardín en forma de macetas. Siempre que vayas de compras lleva tu bolsa, evitarás regresar a casa con nuevas bolsas que tarde o temprano irán a parar a la basura.
  • Reciclar cuando ese objeto de plástico que tenemos en nuestro hogar llegó al fin de su vida útil la salida no es desecharlo simplemente sino reciclarlo para evitar su impacto en el ambiente.

Para los que quieran dar rienda suelta a su lado creativo, llevando a cabo este último punto se sentirán más que felices. El abanico de posibilidades a la hora de reciclar elementos plásticos que nos sirvan para nuestro hogar es infinito y hay hasta personas que han montado su pequeño emprendimiento laboral sobre esta valiosa acción. A la vez que es una actividad divertida, también lo es educativa en el caso de que haya niños en la casa. Botellas, bolsas de nylon, tapitas de gaseosas, recipientes de helados, muchas son las materias primas que seguramente tenemos en casa y que de cotidiano desechamos sin siquiera pensar en todo lo que hay en juego con la simple acción de quitárnosla de encima.

Pensar en cambios gigantescos y de un esfuerzo desmedido la más de las veces nos paraliza y acabamos por no hacer nada. Comenzar desde lo micro, nuestra casa, nos va dando valor para seguir en la tarea. De a poco, en nuestro accionar, vamos tomando consciencia de la valiosa tarea que decidimos asumir y vamos confiando más y más en que podemos realizarla. Si nuestro entorno, familia y amigos, se suma a cuidar su mundo pequeño reduciendo el uso del plástico, reutilizándolo y reciclándolo debemos sentirnos orgullosos de que la tarea de concientización para alcanzar un modo de vida sustentable va dando sus frutos. Adelante!

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