Prohíben en Sastre la aplicación de agroquímicos a menos de 1.000 metros del radio urbano

Cada tanto ocurre algún hecho que vuelve a poner sobre la mesa el debate en torno a las fumigaciones con agroquímicos. Es ahí cuando volvemos a alertarnos sobre el daño que esta práctica genera en nuestra salud y en la de nuestra naturaleza. Un reciente fallo en la provincia de Santa Fe sienta jurisprudencia de manera ejemplar para toda la Argentina al establecer 1.000 metros de distancia del radio urbano para las fumigaciones.  La lucha por establecer “zonas de resguardo” y ampliar la distancia a partir de la cual se habilita a fumigar viene siendo constante y a veces silenciosa por parte de los poblados afectados en diferentes lugares de todo el mundo.

La localidad que esta vez salió victoriosa se llama Sastre y se encuentra a 140 kilómetros de Santa Fe Capital, hacia el oeste de la provincia.

En un año donde la salud se volvió un tema central, a raíz de la pandemia por Covid-19, resulta doblemente alarmante que la tierra, nuestros alimentos y el aire que respiramos sigan siendo fumigados con agrotóxicos que no hacen más que enfermarnos y dañar el ambiente. 

En Argentina se utilizan más de 100 tipos de agroquímicos en las fumigaciones, que generan graves daños en nuestra salud. Muchos de ellos incluso fueron prohibidos en países de Europa y en Estados Unidos donde residen las compañías que los producen.

Histórico fallo contra los agroquímicos

La importancia del fallo que restringe las fumigaciones a 1.000 metros en Sastre no está puesta tanto en el hecho de que sienta jurisprudencia a nivel nacional para legislar en otras localidades, sino en la preocupante realidad de esta ciudad. 

Según un artículo publicado en el Diario La Opinión de Rafaela,

hasta 2019, la localidad de Sastre tenía el límite de 100 metros para fumigar cerca de colegios, casas, clubes.

Y por si ese dato no nos dice nada, el diario agrega que

el promedio de enfermedades cancerígenas en Sastre es un tercio más alto que el nacional. 

La decisión judicial mediante la cual se establece el límite fue tomada por el juez de Primera Instancia de Distrito en lo Civil y Comercial de la 2da.Nominación de Rafaela, Dr. Duilio Hail, quien dictó la sentencia el pasado mes de septiembre.  

Para efectivizar la prohibición, el Juez se valió de la asesoría de Damián Verzeñassi de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y Rafael Lajmanovich de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), científicos que coinciden sobre la necesidad de fijar 1.000 metros como zona de resguardo. 

Tipos de agroquímicos que se prohíben

De acuerdo a la información publicada por La Opinión, el Juez Duilio Hail

hace lugar a la acción de amparo colectivo ambiental y establece un perímetro de exclusión o reserva de 1.000 metros a contar desde el límite de la planta urbana de la localidad de Sastre y Ortiz dentro del cual quedan prohibidas las fumigaciones terrestres de todo tipo de agroquímicos.

Pero, ¿a qué se refiere la sentencia cuando dice “todo tipo de agroquímicos”? Precisamente indica aquellos que son definidos por la sigla PAP: Plaguicidas Altamente Peligrosos. Según la investigación realizada por la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas de América Latina (Rapal) y la Red Internacional de Eliminación de los Contaminantes (IPEN), “refiere a los plaguicidas que presentan niveles elevados de peligrosidad aguda o crónica para la salud o el ambiente”. 

Por su parte, la Red Internacional de Acción en Plaguicidas (PAN) denomina PAP a

los químicos que son perturbadores endócrinos, bioacumulables, muy persistentes en el agua, en el suelo o en los sedimentos, y tóxicos para los organismos acuáticos y para las abejas.

La peligrosidad de estos agroquímicos radica en que no sólo se utilizan para cultivos extensivos como lo son la soja y el maíz, sino también para la producción de alimentos para el consumo humano: fruticultura y horticultura. Afectando a los productores, al exponerse al efecto directo de los plaguicidas, y a quienes consumen esas frutas y verduras.

Agroquímicos más utilizados

En Argentina, las formulaciones altamente peligrosas que se comercializan son más de 100. De ello da cuenta un artículo publicado por el diario Chaco Día a Dia el cual indica que, además de Glifosato, agroquímico del que más oímos hablar, se promociona y utiliza: 

• Atrazina
• Clorpirifos
• Paraquat, 
• Fipronil
• Imidacloprid

Productos que pertenecen a las empresas Syngenta, Bayer-Monsanto, Dow Agrosciences y Atanor. 

Los agrotóxicos más peligrosos son Glifosato, Atrazina y Paraquat, que a su vez son los más utilizados por aplicarse en los cultivos de soja, maíz y tabaco. A estos les siguen los insecticidas  Cipermetrina, Clorpirifos, Fipronil e Imidacloprid; que se usan en hortalizas, frutales y maíz. Por último, los fungicidas Benomil y Carbenzazin, aplicados fundamentalmente en hortalizas.

El docente de la Facultad de Agronomía de la UBA, Javier Sousa Casadinho explica que

benomil y carbenzazin son alteradores de la reproducción y se utilizan mucho en horticultura, y es muy posible que lleguen a los consumidores”. Además, el coordinador de Rapal y autor de la investigación anteriormente destaca que “el fipronil y el imidacloprid, utilizados en hortalizas, frutales, soja y aún en mascotas, están prohibidos en Europa y son muy cuestionados por afectar a las abejas.

Agroquímicos y sus efectos en la salud

La fumigación en zonas urbanas y periurbanas afecta la salud de las personas aún a dosis bajas, y aunque la fumigación se realice en condiciones óptimas, por la deriva y la contaminación del suelo. Esto es lo que indica un estudio realizado por el Colegio de Médicos de la Provincia de Buenos Aires, Distrito VII Pehuajó, titulado “Agroquímicos: sus efectos en la población – Medidas de prevención.”

Los tres herbicidas más utilizados en la producción de soja transgénica son disruptores endocrinos: Endosulfan, Glifosato y 2,4 D. Lo que quiere decir que a la exposición a sus mezclas se le suman sus efectos de disrupción sobre el sistema endocrino, cuyas glándulas se encargan de fabricar las hormonas que influyen en la mayoría de las células, funciones y órganos de nuestro cuerpo.

A modo de cierre y tomando como base el estudio realizado por el Colegio de Médicos de Buenos Aires, creemos importante dar cierre a este artículo refiriéndonos a estos tres últimos herbicidas en detalle y sus efectos nocivos sobre la salud humana. 

• Endosulfán: insecticida y acaricida considerado altamente peligroso en Estados Unidos.
  Es un producto fácilmente absorbido por el organismo por sus 3 vías y en las intoxicaciones agudas produce excitabilidad, temblores y dificultad para mantenerse en pie. En las crónicas produce lesiones sobre riñón, hígado y el desarrollo fetal. Se lo relaciona con la aparición del Cáncer mamario.
• Glifosato: es un herbicida sistémico de amplio espectro que actúa sobre pastos anuales y perennes. Se lo ha asociado a un número importante de nacimientos con deformaciones en EEUU. El glifosato llega al grano de soja y se han descripto graves efectos tóxicos en piel con dermatitis, porfirias, hipercolesterolemia y alteraciones psiquiátricas.
• 2,4 D: es un activo D.E. que causa supresión de los niveles de hormona tiroidea, disminuye la descarga de testosterona y aumenta la liberación de estrógeno. Los aplicadores de 2,4 D de sexo masculino han demostrado una disminución del número de espermatozoides cuando se los compara con no expuestos al herbicida.

Textos fuente:
La Cámara Civil de Rafaela confirmó la prohibición de 1.000 metros para fumigar

Agrotóxicos: revelan que en Argentina se comercializan más de 100 productos prohibidos en otros países

Agroquímicos: sus efectos en la población - Medidas de prevención