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La cantidad de horas que dedicamos a dormir y la calidad de nuestro descanso parecen ser fundamentales para conservar una buena salud física, mental y emocional, en ello coinciden la mayoría de los expertos. Pero aparecen opiniones diversas en cuanto a la cantidad de horas que deberíamos dormir de acuerdo nuestra edad y a cada etapa de la vida que vamos transcurriendo.
La duda parece estar resuelta a partir de un reciente estudio realizado por científicos del Reino Unido y China, que acaba de salir publicado mediante la revista Nature Aging.
El profesor Jianfeng Feng, de la Universidad de Fudan (China) fue el profesor a cargo de esta investigación, quien indicó que unas 7 horas de sueño sería el descanso nocturno que corresponde a una persona a partir de la mediana edad. Cuando superamos o reducimos ese lapso de tiempo, puede verse afectada nuestra capacidad cognitiva, en relación a funciones de uso frecuente como prestar atención, recordar, aprender cosas nuevas, resolver problemas y tomar decisiones.
El estudio señala, además, que las personas que alteran su sueño dedicando más o menos horas al descanso, también presentan síntomas de ansiedad y depresión, o malestar general.
Jianfeng Feng, director del estudio, señala que
Si bien no podemos decir de manera concluyente que dormir demasiado o muy poco causa problemas cognitivos, nuestro estudio que analiza a las personas durante un período de tiempo más largo parece respaldar esta idea.
El profesor agrega que
Las razones por las que las personas mayores duermen menos parecen ser complejas, influenciadas por una combinación de nuestra composición genética y la estructura de nuestros cerebros.
El estudio se llevó a cabo sobre una muestra de medio millón de adultos británicos, cuyas edades oscilaban entre los 38 y los 73 años. El proyecto desarrollado en el Reino Unido, fue titulado Biobanco y tuvo como objetivo supervisar los patrones de sueño, la salud mental, el bienestar y sus consecuencias sobre el rendimiento cognitivo.
Otra de las autoras del estudio fue Barbara Sahakian, profesora integrante del Departamento de Psiquiatría de Cambridge, quien señaló:
Dormir bien por la noche es importante en todas las etapas de la vida, pero particularmente a medida que envejecemos. Encontrar formas de mejorar el sueño de las personas mayores podría ser crucial para ayudarlas a mantener una buena salud mental y bienestar y evitar el deterioro cognitivo, particularmente en pacientes con trastornos psiquiátricos y demencias.
El equipo a cargo de la investigación se ocupo de analizar 40.000 escaners cerebrales de diferentes personas, hallando marcadas diferencias en zonas cerebrales relacionadas al procesamiento y la memoria de quienes durmieron más o menos de siete horas.
Según indican los investigadores una persona que carece de sueño de ondas lentas (sueño profundo), perjudica sobremanera la consolidación de los recuerdos. Las complicaciones no son sólo esas, sino que al no existir la cantidad suficiente de horas dedicadas al sueño profundo, el cuerpo genera una acumulación de amiloide; una proteína clave del organismo que puede llegar a causar formas diversas de demencia si se despliega de forma incorrecta.
Al respecto, Russell Foster, quien se desempeña como profesor en la Universidad de Oxford y es a la vez director del Instituto de Neurociencia Circadiana, advierte que el estudio en cuestión indica unicamente una relación entre dormir demasiado o muy poco y los problemas cognitivos que ello acarrea. Pero no entre la causa y el efecto.
Este experto, que no formó parte de la investigación, cuestiona el hecho de no haber tomado en cuenta el estado de salud de cada participante al momento de realizarse los escanéos cerebrales. En diálogo con CNN remarcó que "dormir poco o mucho tiempo puede ser un indicio de condiciones de salud subyacentes con problemas cognitivos".
La crítica que esgrime Russell Foster radica en que, según sus dichos, el estudio evalúa cuánto tiempo durmieron los participantes, pero no indaga respecto de la calidad de esas horas de descanso, si el sueño era intermitente y despertaban durante la noche, etc.
Si bien los voluntarios sólo informaron el número de horas que durmieron y la medición puede considerarse poco objetiva, los autores de la investigación defienden la validez de la misma indicando que el elevado número de personas que componen la muestra brinda solidez a las conclusiones.